Las exfoliaciones corporales son una parte esencial de cualquier rutina de cuidado integral. En Karisma Espacio de Belleza, hemos elevado este gesto básico a un verdadero ritual sensorial que limpia, purifica y prepara la piel para recibir tratamientos posteriores.
¿Por qué exfoliar el cuerpo?
Con el paso del tiempo, las células muertas se acumulan en la superficie de la piel, opacándola y dificultando la absorción de principios activos. La exfoliación elimina estas células, estimula la regeneración, mejora la circulación y deja la piel suave, luminosa y receptiva.
Tipos de exfoliantes en Karisma
- Sales del Himalaya: detoxificantes y remineralizantes.
- Azúcar moreno y aceites esenciales: ideal para pieles sensibles.
- Café y cacao: reactivadores y antioxidantes.
- Frutas y enzimas naturales: para pieles reactivas o desvitalizadas.
Momento de conexión interior
Cada exfoliación comienza con una breve respiración guiada, seguida de la aplicación del exfoliante con movimientos lentos y envolventes. El aroma de los aceites esenciales, la música suave y la atención plena crean un ambiente único de relajación.
Beneficios adicionales
- Mejora de la circulación sanguínea y linfática
- Oxigenación de la piel
- Reafirmación y tono más uniforme
- Sensación de ligereza y renovación emocional
Post-tratamiento ideal
Tras la exfoliación, se recomienda realizar un tratamiento hidratante, reafirmante o anticelulítico para potenciar los resultados. En Karisma solemos combinar con envolturas o masajes nutritivos con mantecas vegetales y activos botánicos.
Testimonio de clienta “Mi piel quedó tan suave y luminosa después de la exfoliación que parecía otra. Pero lo mejor fue cómo me sentí: renovada, tranquila y en paz. ¡Volveré!”.