Las ondas acústicas de choque han revolucionado el campo de la estética corporal. En Karisma Espacio de Belleza las utilizamos como una herramienta poderosa para tratar la celulitis rebelde, la flacidez y la grasa localizada. Es una técnica no invasiva, eficaz y segura, con resultados clínicamente probados.
¿Qué son las ondas de choque?
Las ondas de choque son impulsos acústicos de alta intensidad que se transmiten a través de la piel para llegar a las capas más profundas del tejido. Estas ondas provocan una vibración que mejora la circulación, estimula la producción de colágeno y rompe los nódulos de grasa.
Indicaciones principales
- Celulitis grado II y III
- Grasa localizada (cartucheras, abdomen, brazos)
- Flacidez cutánea
- Mejora del tono muscular y la textura de la piel
Ventajas del tratamiento
- No requiere anestesia ni tiempo de recuperación
- Mejora visible desde la 3ª o 4ª sesión
- Reafirma y alisa la piel
- Estimula el drenaje linfático
Aplicación en Karisma
Cada sesión dura entre 20 y 30 minutos. Se aplica un gel conductor y se trabajan las zonas afectadas con el cabezal de ondas. Complementamos el tratamiento con maderoterapia, presoterapia o cosmética lipolítica para resultados más duraderos.
Sesiones y frecuencia
Recomendamos ciclos de 6 a 10 sesiones, una o dos veces por semana. Tras el tratamiento, es fundamental mantener una correcta hidratación y hábitos saludables para optimizar la eliminación de residuos.
Cosmética profesional
Usamos productos con principios activos tensores y lipolíticos como el silicio orgánico, la cafeína y los polifenoles de uva, que refuerzan la acción de las ondas y prolongan sus efectos.
Filosofía Karisma
Las ondas de choque no solo actúan sobre el cuerpo físico. Su vibración es una metáfora de los cambios internos que promovemos en nuestras clientas: romper patrones, liberar bloqueos, soltar cargas. Cada sesión es también una invitación a reconectar con el propio poder.
Testimonio real “Tenía celulitis desde joven. Con las ondas de choque no solo mejoró mi piel, también recuperé seguridad y alegría. ¡Gracias por cuidar de nosotras por dentro y por fuera!”